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Foto del escritorNathalie Arroyo

BOFETADA QUE NO SE OLVIDA

Recuerdas la bofetada que te dio tu mamá o papá, cuando eras niños o adolescentes, parece que al hacer esta pregunta se nos viene una película a nuestra mente, que produce tristeza, rabia y hasta dolor.

Así se siente nuestros hijos cuando tú lo abofeteas, este es un tema controversial, Una cachetada suele ser un impulso de los padres, producto de la impotencia, la falta de control, o el cansancio ante las rabietas de los niños. Lo que ellos no saben es que hacer eso es una victoria nefasta en sus relaciones de ahora, mañana y siempre.

Desde hace años se sabe la ineficacia de 'la bofetada a tiempo' como método educativo. Y lo peor es que al realizar ese acto y ver la intensidad de la cachetada, comienza, la culpa y para justificarte le dices al niño, “te la merecías por grosero” y al ver su cara roja o con marca, te comienzas a preocupar, que otros juzguen tu acto

EL FAMOSO JALÓN DE OREJA



Cuando eramos niños, no podía faltar el jalón de oreja, era el antídoto para tranquilizar a cualquier muchacho, te quedaba esa oreja roja, y se sentía como si te la iban a desprender, e inmediatamente producía un efecto anestesiólogo que te quedabas quietos. Esa enseñanza, se ha seguido llevando a los hijos hoy día, pero ha perdido el efecto que antes producía, la pregunta es; será que la técnica perdió el valor o los nuevos padres modernos de hoy día son los que han cambiado.

Ziegler interpreta “el castigo corporal contra los niños como expresión de impotencia: "No sólo eso, es también la expresión de un pensamiento retrógrada."

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